EN MEMORIA DE TÍA VALERIA Y TÍA LUCY
Agradecer la vida, es uno de los gestos que deberíamos realizar que cada día. Agradecer por tu propia vida y la de los demás, por la de aquellos que están y por aquellos que ya no están entre nosotros.
Como Comunidad Educativa hacemos oración por nuestra querida Tía Valeria, ya que todos no tuvimos la posibilidad de estar en la eucaristía de despedida.
Como familia queremos vivir este espacio no como una despedida sino más bien un momento para dar gracias a Dios por el don de la vida de nuestra querida tía.
Unirnos en oración y reflexión es una manera de generar comunión y esperanza, en un periodo donde los duelos por quienes han partido de este mundo se ha vivido de manera intensa y compleja para unos, y con absoluta serenidad en otros, pero imposibilitando a muchos expresar su cariño en un funeral.
Necesitamos que el Señor Jesús aliente nuestra esperanza y nos conforte con su palabra. Necesitamos y queremos agradecer y celebrar el don de la vida. Alentados por la fe y la esperanza en Jesús resucitado.
En esta ocasión se inauguró un memorial en el rincón de oración de nuestro Padre Fundador que se encuentra en el campo Depotivo de nuestra Comunidad Educativa. Junto a la placa se plantó un árbol en memoria de Tía Valeria y Tía Lucy.